
La fortuna personal del rey Carlos III de Inglaterra asciende a unos 1815 millones de libras (2247 millones de dólares), tras haber recibido la herencia de su madre, Isabel II, según un análisis de sus propiedades publicado por el diario británico The Guardian. Este sábado 6 de mayo será la coronación.
Aunque el medio admite que el valor real de las propiedades privadas del monarca es “imposible de conocer” y está “oculto al escrutinio público”, The Guardian juntó a 12 expertos en el mercado inmobiliario, de automóviles y de arte, entre otros campos, para tratar de cuantificar esa riqueza.
La fortuna del rey Carlos III
Entre otros activos, el rey heredó de su madre el castillo de Balmoral, en Escocia, rodeado de unas 21.000 hectáreas de terreno, valorado en 80 millones de libras (99 millones de dólares), y los terrenos de Sandringham, al este de Inglaterra, con 6.400 hectáreas de terrenos cultivables, valorados en 250 millones de libras (309 millones de dólares).
En virtud de un acuerdo en 1993 entre Isabel II y el entonces primer ministro británico, John Major, los activos que pasan de un monarca a su heredero están exentos del impuesto de sucesiones, que en el Reino Unido asciende al 40 % para propiedades por encima de 325.000 libras (402.000 dólares).
La frontera entre lo que es del Estado y lo que es de la Corona es a veces algo difusa, como cuando se trata de la imponente flota de Rolls-Royce, Bentley y Jaguar del rey.
Sin embargo, The Guardian estima que Carlos III posee vehículos de lujo por un valor de 6,3 millones de libras (8 millones de dólares), una colección filatélica valorada en 100 millones de libras (123 millones de dólares) y obras de arte, incluidas algunos cuadros de Salvador Dalí y Marc Chagall, valoradas en 24 millones de libras (29 millones de dólares).