
La caída de una avioneta con al menos 130 kilos de cocaína en un paraje de Rosario de la Frontera terminó siendo la peor de las noticias de narcotráfico de los últimos tiempos. No sólo sirvió para confirmar que el sistema de radares para detectar vuelos narco no está siendo efectivo, sino que además ubicaría al sur salteño como el nuevo centro de acopio de este estupefaciente para distribuirlo a nivel nacional e internacional.
San Felipe es una localidad cercana a Rosario de La Frontera, ubicada a menos de 50 kilómetros de la frontera con Tucumán. Ayer por la tarde, sus habitantes observaron y hasta filmaron el errático y ruidoso vuelo de una avioneta. La nave terminó realizando una especie de aterrizaje de emergencia. Los testigos avisaron a las autoridades lo que habían presenciado.
Policías de la zona se dirigieron al lugar y encontraron la aeronave estrellada contra un árbol en un monte característico de la zona. Después se sumó personal de Gendarmería Nacional que confirmó que la avioneta tenía matrícula de Bolivia y que transportaba al menos 130 kilos de cocaína.
Los uniformados también informaron que no habían encontrado heridos. Tampoco pudieron encontrar al o los ocupantes de la nave. Sospechan que podrían haber sido rescatados por las personas que estaban esperando la droga. Sí encontraron un vehículo incendiado cerca del lugar.
Pese a que los investigadores no dieron a conocer mayores detalles, se sospecha que el piloto habría planeado aterrizar o arrojar los bultos en algún campo cercano. “Es imposible que hayan auxiliado a los ocupantes de la nave si es que no los estaban esperando. Lo que no podemos saber qué cantidad de droga había cargado”, informó una fuente judicial.
Según fuentes policiales, una avioneta puede transportar entre 250 y 500 kilos. Es probable que los 130 kilos encontrados fueron abandonados en el lugar porque no pudieron cargar más en los vehículos o por el apuro de abandonar el lugar.
“Estamos atentos a todo lo que ocurre en el NOA. Lo importante es que hay una decisión política de combatir el narcotráfico. Por esa razón el gobernador (Osvaldo) Jaldo anunció que reforzaría el Operativo Lapacho con recursos humanos y tecnológicos”, comentó Jorge Dib, secretario de Lucha contra el Narcotráfico.
¿Hay un corrimiento de la frontera?
“Pese a que este caso se registró en Salta, nos afecta directamente. No sólo fue a muy pocos kilómetros del límite con nuestra provincia, sino que es muy probable que esa droga en algún momento podría pasar por nuestra provincia. Por eso es fundamental incrementar los controles con el Operativo Lapacho”, señaló Dib. “También es clave que entre las fuerzas federales y las policías de las provincias se unan para hacer más efectivas las tareas de prevención”, añadió el funcionario en una entrevista con LA GACETA.
En diciembre pasado, Patricia Bullrich, ministra de Seguridad de la Nación, lanzó el llamado Operativo Güemes, que consistió en fortalecer la presencia de efectivos en las localidades salteñas que limitan con Bolivia, principal punto de ingreso de la cocaína que se produce en el vecino país.
Con el correr de los meses, especialistas en materia de narcotráfico, investigadores y funcionarios judiciales, comenzaron a advertir que los traficantes de grandes cantidades de cocaína habían comenzado a explorar otras alternativas para vulnerar el blindaje. Los nombres de las localidades Rivadavia, Anta, Metán, Rosario de la Frontera, La Candelaria, Guachipas, Cafayate y San Carlos comenzaron a ser tenidos en cuenta.
Siempre según la teoría que elaboraron, los narcos habrían decidido mudar sus centros de acopio a esas localidades. Aprovechando que el sistema de radar de la Nación no tiene alcance hasta esa zona, la mayoría de los traslados se harían por vía aérea. Esa hipótesis sustenta el exponencial crecimiento del secuestro de “merca” en las provincias que limitan con las localidades salteñas mencionadas.
Comparando con la droga decomisada en todo 2024, en lo que va del año, en Tucumán ya se secuestró más de un 500%, en Santiago del Estero, la suba del decomiso fue del más del 100%, mientras que en Catamarca superó el 4.000%.
La situación no es la misma en las provincias que limitan con Bolivia. En Salta, que fue reforzada con efectivos de todas las fuerzas federales con la supuesta colaboración del Ejército (a pesar que el Operativo Roca fue lanzado en junio, aún no se sabe sí se está siendo ejecutado), el decomiso apenas si tuvo un aumento del 10%. En Jujuy, se registró una baja del 30%.
Esta logística narco también ha generado nuevos caminos para traficar. Los especialistas toman a Tucumán como ejemplo. De los 1.082 kilos de cocaína incautados en nuestra , más del 60% fueron en procedimientos realizados en la llamada “Ruta de los Valles”, que tiene un fácil acceso al sur salteño, donde estaría acopiándose droga.
Fuente: La Gaceta
