
La historia de amor entre Cecilia Milone y Chico Novarro fue única, marcada por la pasión, el silencio y un destino inevitable. Durante años, la actriz y cantante mantuvo distancia, pero cuando sintió que algo estaba por ocurrir, intentó acercarse nuevamente.
Sin embargo, nunca logró verlo. Días después, él falleció. Seis meses más tarde, Milone tomó una decisión trascendental: solicitó el divorcio de Nito Artaza. Los rumores en torno a lo que realmente sucedió entre ellos en sus últimos tiempos comenzaron a circular, y finalmente ella decidió hablar.
La noche del 25 de julio de 2023, tras más de una década sin comunicación con Novarro, la artista tuvo un presentimiento inquietante. “Me desperté soñando que él estaba quieto y que no podía respirar”, relató. Al indagar sobre su estado, descubrió que, en ese mismo momento, él estaba siendo internado.
Luego de cuatro días en el Sanatorio Bazterrica, Novarro recibió el alta. Milone sintió que debía escribirle y, contra todo pronóstico, obtuvo una respuesta. En esa conversación, ella pudo expresarle algo que consideraba pendiente: “Tuvimos un chat hermoso donde yo pude pedir disculpas. Porque yo sentía que le debía disculpas a él, porque hacía once años que no hablábamos”.
Sin embargo, poco después, la comunicación se cortó abruptamente. Cuando Milone intentó contactarlo nuevamente, descubrió que había sido bloqueada. “Cuando me bloquearon el teléfono, usé otro y lo volvieron a bloquear. Sentí que lo único que podía pasar es que se estaba muriendo”, expresó.
El 12 de agosto de 2023, a pocos días del fallecimiento de Novarro, Milone se presentó en su domicilio. Desde su auto observó la casa y, finalmente, se animó a tocar el timbre.
La respuesta fue fría y distante. “—Hola, quisiera ver a Miki.—¿De parte de quién?—De Cecilia.—¿De qué Cecilia?—Cecilia. (contesté, terminante).—Está descansando.—¿Matías ya se fue?—Sí, ya se fue.—¿Podés avisarle, a Miki, que estoy, por favor?—¡Te dije que está descansando! (Y cortó el portero eléctrico)”.
Con una sensación de impotencia, regresó a la camioneta y minutos después recibió un mensaje con una advertencia: “No vuelvas a tocar timbre, pensá en él”. Milone aceptó que ese sería su último intento de acercamiento. Seis días después, Chico Novarro murió.
Su fallecimiento llevó a Milone a una profunda reflexión sobre su vida. “Yo me fui de mi casa a los dos meses. Pedí el divorcio a los seis meses. Que se muriera la persona que más feliz me hizo en la vida, puso en evidencia lo infeliz que me hacían”. Con total honestidad, confesó su dolor: “Se murió la persona que me quiso más que mi mamá. ¿Con qué me pueden lastimar? ¿A qué le puedo tener miedo, ahora? Se murió. Ya nadie puede hacerme daño”.
A partir de entonces, Milone encontró una nueva misión: preservar y difundir el legado artístico de Novarro. “Él fue un poeta extraordinario. No tuvo conciencia de quién fue, no supo difundir su obra poética”, aseguró. En honor a su memoria, decidió grabar canciones inéditas del artista y cedió los derechos de su obra “Las cartas de un león” a SADAIC, como un gesto simbólico para mantener viva su creación.
Milone no duda en afirmar: “Yo viví una historia hermosa con un artista hermoso, con la persona más buena del mundo”. Aunque su despedida fue dolorosa, su amor sigue intacto y, a través de su legado musical, continuará rindiéndole homenaje.
