
En la mayoría de las escuelas públicas del país, los maestros adherirán al paro docente convocado por la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera) y el Frente de Unidad Docente Bonaerense (FUDB). En tanto, en los colegios privados, donde el gremio Sadop tiene representación, la adhesión se prevé menor.
La medida de fuerza, que se replica en todo el país, incluye una movilización en reclamo de mejoras salariales, la convocatoria a la Paritaria Nacional Docente y la restitución del Fondo de Incentivo Docente (Fonid). La Ctera había anticipado esta acción la semana pasada con una “jornada nacional de lucha, con actividades en todo el país, en defensa de la educación pública, los derechos de las y los trabajadores de la educación, y por una nueva Ley de Financiamiento Educativo”. En el comunicado, también se exige “el pago de sumas adeudadas” y “mayor presupuesto educativo que garantice condiciones dignas para enseñar y aprender”.
El paro docente afectará a escuelas de todos los niveles en casi todas las provincias. Sin embargo, la adhesión será dispar, ya que no todos los gremios se sumaron a la convocatoria. En algunos distritos, como Santa Fe y la Capital Federal, las autoridades educativas advirtieron que descontarán el día no trabajado a quienes no concurran a clases.
El acatamiento será alto entre los maestros nucleados en la Ctera, organización que agrupa a casi el 45% de los docentes del país y que forma parte de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA). En cambio, la Unión de Docentes Argentinos (UDA), que responde a la Confederación General del Trabajo (CGT), decidió no plegarse a la medida.
Las posturas de los gremios y del Gobierno
Su secretario general, Sergio Romero, explicó: “Nosotros somos el sindicato de primer grado mayoritario en la República Argentina. Tenemos representación en los niveles inicial, primario, secundario, universitario, todos los niveles del sistema educativo. Por lo tanto, las aulas van a tener una concurrencia importante”.
Como sucedió en otras oportunidades, Romero volvió a marcar distancia al sostener que “nosotros no adherimos a este paro, si bien compartimos el reclamo, pero no participamos, no lo consideramos oportuno a días de la elección. No queremos que se confunda con un paro político. El reclamo tiene mucha fuerza y no quisiéramos desperdiciarlo o debilitarlo y que se mezcle con la política. Nosotros somos un sindicato y hacemos paro desde el punto de vista del sindicalismo, no paros políticos”, concluyó.
La secretaria general de la Ctera, Sonia Alesso, sostuvo que no hay prevista una reunión con el secretario de Educación, Carlos Torrendell, ni con funcionarios del Ministerio de Capital Humano, cartera de la que depende el área educativa.
Desde la Secretaría de Educación señalaron que el plan de lucha impulsado por Ctera “funciona como estrategia electoral: conferencias nacionales, actos provinciales y un paro con movilización en la previa de los comicios. Más que un reclamo pedagógico, se trata de un dispositivo político para instalar agenda, reactivar estructuras partidarias y capitalizar la coyuntura electoral”, indicaron fuentes oficiales.
“Estamos abiertos al diálogo, pero el trasfondo es claro: el paro no garantiza aprendizajes, sino que produce más daño, especialmente en los sectores vulnerables. Mientras el sindicalismo docente utiliza a los alumnos como rehenes en un calendario de propaganda, el Gobierno sostiene que ordenar las cuentas públicas es condición básica para una política educativa sostenible. La finalización del Fonid, medida siempre planteada como temporal, responde a ese criterio de responsabilidad fiscal”, expresaron las mismas fuentes.
El Gobierno remarcó además que el Ministerio de Capital Humano “junto con los ministros provinciales viene trabajando en conjunto en función de la mejora de los aprendizajes: alfabetización, matemática, habilidades socioemocionales, transformación de la secundaria, entre otras muchas acciones”. Y concluyó que “las verdaderas víctimas de esta campaña disfrazada de reclamo es, otra vez, la educación de los chicos”.
Alesso advirtió que otro de los motivos de la protesta es el ajuste previsto en el área educativa dentro del proyecto de Presupuesto 2026, que será presentado en la Cámara de Diputados. En ese contexto, los sindicatos reclaman una nueva Ley de Financiamiento Educativo.
La concentración principal comenzará a las 10 frente al Congreso Nacional, donde miles de docentes de todo el país exigirán una recomposición salarial y la restitución de los fondos destinados a infraestructura y salarios.