
El legado de Twitter se desvanece lenta, pero sostenidamente: hace poco, el recordado pájaro azul que identificó al servicio de microblogging fue incinerado en un desierto, en tiempos en los que los internautas se acostumbran a mencionar a la plataforma con el nombre X, a secas. Mientras avanza esta transición, reflotan esquirlas del estallido que ocurrió cuando Elon Musk compró a la red social, a fines de 2022.
El empresario y actual dueño de X acordó con exempleados de Twitter, a quienes echó tras la adquisición, el pago de 500 millones de dólares para resolver una demanda por deudas en concepto de indemnizaciones por despido.
Según CNN, el convenio fue informado por los abogados de X Corp. esta semana, y es de carácter provisional. En una presentación judicial, las partes solicitaron un tribunal de apelaciones de Estados Unidos que aplace la próxima audiencia para, de ese modo, sellar el acuerdo que pondrá fin al litigio.