
Mientras busca mantener el apoyo legislativo, el Gobierno nacional avanza con un plan que pone en aprietos a varios gobernadores y amenaza con complicar sus propias alianzas en el Congreso.
El eje del conflicto es un decreto que habilita a los municipios a gestionar directamente fondos y obras públicas, dejando a las provincias fuera de juego. La medida ya genera fuertes cuestionamientos entre mandatarios provinciales, incluso algunos que habían acompañado la Ley Bases.
El avance del decreto fue confirmado a TN por fuentes oficiales. Según explicaron, el objetivo es romper con los “intermediarios políticos” y agilizar el vínculo directo entre Nación y los intendentes.
“El que trabaje y acompañe al cambio va a tener obras. El que no, que se joda”, lanzó un alto funcionario nacional, en off.
En paralelo, el oficialismo busca acelerar el armado del Consejo de Mayo y el paquete de reformas para la segunda mitad del año. Pero los tironeos con los gobernadores complican los planes: algunos ya anticipan que podrían retirar su apoyo en el Congreso si no hay señales claras de diálogo.
La tensión crece en un contexto donde Milei sigue apostando al ajuste y a la pelea con la “casta política”, sin ceder en su estrategia de confrontación con los líderes provinciales.
