
Un violento ataque con arma blanca en un tren que se dirigía hacia Huntingdon, en la región de Cambridge, dejó este sábado al menos diez heridos, según confirmó la policía británica de transportes, que además detuvo a dos personas vinculadas al hecho.
“En estos momentos estamos respondiendo a un incidente en un tren con destino a Huntingdon, en el que varias personas fueron apuñaladas”, informó la fuerza en su cuenta oficial de X, y agregó que “dos personas fueron detenidas”. Varias de las víctimas fueron trasladadas de urgencia a hospitales cercanos.
El primer ministro británico, Keir Starmer, expresó su preocupación por lo ocurrido y calificó el ataque como un hecho “espantoso” y “profundamente preocupante”. “Mis pensamientos están con todos los afectados, y mi agradecimiento a los servicios de emergencia por su respuesta”, escribió en sus redes sociales.
Caos ferroviario y escenas de pánico
La policía recibió la alerta alrededor de las 19:40 (hora local) y el tren fue detenido en la estación de Huntingdon, donde intervinieron los servicios de emergencia. La empresa ferroviaria London North Eastern Railway (LNER) suspendió temporalmente todas sus líneas mientras se realizaban los operativos y advirtió sobre “importantes perturbaciones” en los servicios.
Testigos citados por el diario The Times describieron escenas de pánico: pasajeros que se refugiaban en los baños del tren y un hombre armado con un cuchillo de gran tamaño recorriendo los vagones. “Había sangre por todas partes”, relató uno de ellos.
El aumento de los ataques con cuchillos
El Reino Unido atraviesa una creciente ola de delitos con armas blancas. Según datos del gobierno británico, los ataques con cuchillo en Inglaterra y Gales han aumentado de forma constante desde 2011, lo que llevó a Starmer a declarar que el país enfrenta una “crisis nacional” en materia de seguridad.
Desde su llegada al poder en julio de 2024, el gobierno laborista impulsó medidas para restringir la posesión y uso de armas blancas, con resultados dispares. En la última década, unas 60.000 armas fueron incautadas o entregadas voluntariamente, y los asesinatos con cuchillo cayeron un 18% en el último año, según cifras del Ministerio del Interior.
La ley británica contempla penas de hasta cuatro años de cárcel por portar un cuchillo en público. Aun así, las autoridades reconocen que el fenómeno sigue en expansión, especialmente entre los jóvenes y en el transporte público.
