El gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, pidió agravar las penas para quienes agreden a efectivos policiales, al recibir y distinguir este sábado al cabo Mauricio Ferreyra y al sargento Héctor Heftif, quienes resultaron heridos en distintos controles vehiculares.
“Estamos aquí para reconocer públicamente el valor en el cumplimiento del deber y la prestación de servicios que hicieron ambos efectivos. Les agradecemos en nombre de los cordobeses por su entereza”, expresó Llaryora durante un acto en el Centro Cívico, acompañado por el ministro de Seguridad, Juan Pablo Quinteros; el ministro de Justicia y Trabajo, Julián López; y el subjefe de Policía, Marcelo Marín.
El mandatario subrayó la necesidad de “penas más duras” para quienes “atacan o resisten la fuerza de la autoridad”, y reclamó al Congreso una ley que contemple sanciones más severas. “Hay que cambiar de paradigma: los buenos son los de azul. Para combatir la delincuencia necesitamos que la policía sea respetada”, sostuvo.
Además, instó a fiscales y jueces a aplicar las penas máximas previstas por la legislación actual en casos de agresiones a las fuerzas de seguridad.
Por su parte, Quinteros remarcó: “Desde el día que asumí, el gobernador me instruyó para que acompañara y apoyara en la calle a nuestra policía y defender el buen accionar de nuestra fuerza”.
El sargento Heftif fue víctima de una violenta agresión el 24 de enero durante un control de Policía Caminera en la Ruta 20, donde al intentar detener a dos personas con estupefacientes, quedó colgado del vehículo y fue arrastrado durante seis kilómetros hasta ser arrojado en la ruta E-5, cerca de Alta Gracia.
El cabo Ferreyra, en tanto, fue arrastrado varias cuadras sobre el capot de un auto en barrio Güemes de la capital cordobesa, el 8 de abril. El conductor, un chofer de la aplicación Uber, fue detenido y quedó a disposición judicial.