
Desde que Morena Rial reveló situaciones inéditas de su infancia con Jorge y Silvia D’Auro, siguen saliendo a la luz detalles desconocidos de la conflictiva relación del periodista. En esta ocasión, Ángel de Brito fue el encargado de leer en LAM (América) fragmentos del expediente del divorcio entre Rial y la empresaria, hace más de una década.
Según informó el conductor, el material lo consiguieron gracias a “alguien que accedió al expediente” y pudo obtener los datos. Hasta ahora, se desconocía el acuerdo millonario al que llegó la expareja en ese entonces. De Brito detalló que “se pidió el reintegro de las chicas a la casa de su madre, se convocó a una audiencia y ellas dijeron que no querían volver”.
“Silvia D´Auro no cobró por las chicas, sino por la división de bienes”, continuó relatando, aclarando así la polémica frase que Morena había dicho días atrás respecto a la suma de 120 mil dólares que habría pagado Jorge por la custodia de ella y de su hermana. En cuanto a la crianza de las jóvenes, en el expediente figura que “a las chicas las criaron choferes y mucamas”.

En otro fragmento del documento quedó asentado cómo fue el momento en el que Morena y Rocío abandonaron la casa en la que convivían con D’Auro: “El fin de semana le tocaba con el padre, y Silvia vio que se habían llevado sus prendas de la casa, en bolsas de consorcio, clandestinamente, y que no iban a volver”. Y agregó: “Se fueron con Jorge porque no les ponía límites y Silvia sí. Con ella iban al colegio, pero dejaron de ir cuando se fueron con el padre”.
Siguiendo con esa línea, se menciona que “Morena no terminó el colegio. Silvia iba al colegio a consultar si asistían. Rial le puso unos profesores particulares porque decía que en el colegio le hacían bullying”. En el documento que leyó De Brito también se cuestiona la falta de cuidado que el periodista tenía con sus hijas, describiendo una situación en particular: “A Morena le pusieron un nutricionista y después se iba a comer ravioles”.
Por otra parte, el conductor hace referencia a las infidelidades que D’Auro encontró por parte del periodista: “Rial llegaba a las 21, subía y se ponía a chatear en la tablet con diferentes mujeres. Silvia tuvo acceso a la tablet y vio los chats con las otras chicas. En el expediente se expusieron varios chats con distintas situaciones sentimentales. Tatiana (Schapiro) no fue la única”.
También se menciona el comienzo de la relación entre Rial y la niña Loly y cómo se enteró la empresaria: “Silvia quedó muy dolida porque las hijas sabían lo de Loly antes se fueran a Venecia, y no le dijeron nada”. Y agrega: “Rial decía públicamente que quería a las hijas con él, pero como estaba empezando a salir con Loly, prefería tenerlas los fines de semana. Pero como decía eso públicamente, las chicas le cayeron en la casa y se quedaban toda la semana. Se fueron con Jorge porque no les ponía límites y Silvia sí”.