
Un nene de Sudán del Sur, considerado el país más pobre del mundo, le dio una limosna al papa Francisco, que este domingo concluyó su visita pastoral al África con una misa multitudinaria en Yuba.
En la imagen, publicada por el Vaticano, se ve a un niño detrás de una reja que lo separaba de la calle por la que pasaba el Papa, a quien le entrega un billete cuyo valor es de 0,007 euros.

“Quien es pobre y dona todo lo que tiene. La foto símbolo del viaje: fuera de la Catedral de Yuba un niño dona al Papa un billete”, escribió en su cuenta de Twitter el director de dicasterio de Comunicación del Vaticano, Andrea Tonielli.
Francisco aceptó la limosna. El hecho ocurrió el sábado en las puertas de la Catedral de Yuba, la capital sursudanesa, donde el Pontífice se había reunido poco antes con figuras religiosas, sacerdotes y seminaristas.
Francisco concluyó su visita al África con una misa multitudinaria en Sudán del Sur
El Pontífice se despidió este domingo de Sudan del Sur, donde llegó este viernes procedente de la República Democrática del Congo (RDC), deseando esperanza y reconciliación para un país devastado por una reciente sangrienta guerra civil y una gran crisis humanitaria.
”Esperanza es la palabra que quisiera dejarle a cada uno de ustedes, como un don para compartir, como una semilla que dé fruto”, dijo Francisco en el saludo final tras una multitudinaria misa celebrada ante más de 100.000 personas, según las autoridades locales, en el mausoleo John Garang de Yuba.
Bergoglio dijo que “la esperanza, especialmente aquí, se encuentra en el signo de la mujer y por eso quisiera agradecer y bendecir de modo especial a todas las mujeres del país”.
En la misa en Yuba, Francisco había reiterado su llamamiento para que se depongan las armas del odio y la venganza en un país que intenta que se implementen los acuerdos de paz.
”En el nombre de Jesús, de sus Bienaventuranzas, depongamos las armas del odio y de la venganza para empuñar la oración y la caridad; superemos las antipatías y aversiones que, con el tiempo, se han vuelto crónicas y amenazan con contraponer las tribus y las etnias; aprendamos a poner sobre las heridas la sal del perdón, que quema, pero sana”, manifestó el papa Francisco.

