
Prestar atención a las irregularidades que aparecen en la piel es importante para prevenir enfermedades. El sarcoma de Kaposi es un tipo de cáncer poco habitual que suele manifestarse con lesiones dérmicas. Se estima que, por año, se diagnostican entre tres y seis pacientes por cada 100.000 personas.
Se trata de uno de los cánceres más desconocidos por su baja incidencia, según el SID (servicio de Información sobre Discapacidad, de España) y se presenta mayormente en hombres. Se definen como tumores malignos y aunque tienden a aparecer en huesos o tejidos blandos, existen más de 150 tipos de sarcomas.
Cómo detectar la aparición de sarcoma
El sitio Medline Plus ofrece información de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos. Indica que el sarcoma de Kaposi comienza como una o más lesiones en la piel de color rojo, morado o marrón en las piernas, los tobillos o las plantas de los pies que no causan síntoma. Conforme avanza la enfermedad, pueden aparecer estas marcas en otros lugares del cuerpo.
La edad en que el sarcoma puede aparecer es variable. Hay una pequeña tendencia que señala que los varones son más propensos a desarrollarlo. Respecto a la edad, en los adultos aparece entre los 40 y los 60 años pero también resultan afectados adolescentes, adultos jóvenes y niños.
Cómo se diagnostica este tipo de cáncer
El diagnóstico del sarcoma de Kaposi requiere de un examen médico, al igual que la indicación de su tratamiento. Si se detecta algún signo, es recomendable asistir con un especialista para consultar. Es posible que se realicen las siguientes pruebas:
– Radiografía de tórax para ver los órganos y huesos y ver si el sarcoma llegó a los pulmones, un sitio en el que suele aparecer ocasionando problemas para respirar
– Biopsia para extraer células o tejidos de las lesiones y hacer que un patólogo las observe y determine si hay signos de cáncer
– Endoscopía con biopsia para observar el tubo digestivo y determinar si hay áreas anormales: se hace una pequeña incisión en la piel para extraer una muestra
– Broncoscopía con biopsia para observar las vías respiratorias desde adentro y chequear si hay áreas anormales