El número de homicidios en El Salvador se redujo un 68,8% durante el año pasado debido a la continuidad del estado de emergencia para combatir a las pandillas, colocando a 2023 como «el año más seguro en la historia» del país centroamericano, dijeron el miércoles autoridades del Gobierno que preside Nayib Bukele.
El ministro de Justicia y Seguridad, Gustavo Villatoro, señaló que en 2023 se cometieron 154 asesinatos, frente a los 495 del año previo, mientras que se reportó una tasa de 2,4 homicidios por cada 100.000 habitantes.
«Esto nos coloca a nivel de América como el segundo país y el primero de Latinoamérica (con) la tasa más baja de homicidios, apenas por debajo de Canadá, que cerró con 2,25 homicidios por cada 100.000 habitantes», expresó Villatoro en rueda de prensa.
Las cifras no incluyen las bajas de los pandilleros que se enfrentan a policías y soldados y los decesos de personas que mueren bajo custodia del Estado, precisó la autoridad.
Las cifran han sido criticadas en el pasado por especialistas y defensores de derechos humanos. Según el Observatorio Universitario de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana (UCA), la cifra gubernamental de muertes violentas tiene un «subregistro elevado» y «no es veraz».
El Salvador permanece desde marzo de 2022 bajo un régimen de excepción que suspende algunos derechos constitucionales para contrarrestar a las violentas «maras», como la Salvatrucha o Barrio 18.
Durante la vigencia de la polémica medida, los cuerpos de seguridad han detenido a casi 75.000 supuestos pandilleros, mientras que grupos de derechos humanos han denunciado la muerte de casi 200 en prisión.
La medida, sin embargo, le ha granjeado niveles de popularidad sin precedentes al presidente Bukele, quien buscará la reelección en febrero.
El país centroamericano era considerado uno de los países más violentos del mundo. En 2015 llegó a registrar una tasa de 103 homicidios por cada 100.000 habitantes.