
“Tengo 11 años, voy al Colegio `Madre Mercedes Guerra´ y el año que viene me gradúo de 7mo grado de la primaria”, así se presentó Junior, un pequeño y valiente vecino de la zona este de la ciudad de Santiago del Estero, más precisamente del barrio La Católica, quien se encuentra al frente de un emprendimiento -al que definió como “una gran idea”- para ayudar a su familia en medio de un presente complicado para los suyos: una enfermedad, la falta de trabajo y una vida por delante.
Hijo de Sergio y María Ester, Junior es el mayor de dos hermanos (Luis es el menor) y días atrás se propuso producir y comercializar -en compañía de sus tíos Nicolás y Gabriela– prepizzas y los clásicos panes de navidad. Todas las mañanas, desde las 8.30 hasta el mediodía -o hasta que el sol no dé respiro- el pequeño concurre a la plaza Bernardo Canal Feijóo del barrio 8 de Abril y, con una mesa y el suficiente stock, se ubica expectante en la esquina de la calle Dr. Francisco Viano y el pasaje Alvear augurando una jornada exitosa para su venta.
En compañía de su mamá, el pequeño de apellido Castaño reveló: “Estamos pasando un mal momento con mi familia” y profundizó al detallar «mi mamá está enferma y mi papá tiene que viajar para trabajar”.
A corazón abierto y con la madurez de quien entiende que cada pequeño esfuerzo cuenta, Junior se expresó con firmeza: “Nadie me obliga, yo quise vender porque quiero ayudar a mi familia”. Visiblemente emocionado, el pequeño estudiante -que ya se encuentra de vacaciones luego de haber aprobado el ciclo lectivo 2024- realizó un balance de la actividad de su emprendimiento y dijo que, en los primeros días, “las ventas y las ganancias fueron buenas”.
En la oportunidad, Junior también destacó la labor de su tío Nicolás y a su casa como el escenario donde el arte culinario fusiona a los ingredientes y los convierte en panificados.
“Mi día a día es ayudando a mi mamá por su enfermedad, mientras mi papá viajó a Córdoba por trabajo. De mis abuelos maternos (ya fallecidos) aprendí el ejemplo de ayudar a mi familia. A veces la gente piensa mal, a mi nadie me obliga. Ayudar a mi familia salió de mi corazón, porque ellos me dan todo y yo quiero devolver eso”, cerró.
María Esther enfrenta una batalla diaria contra una diabetes avanzada que la llevó a internaciones constantes y a lidiar con complicaciones, como una bacteria que contrajo recientemente. Esta situación la dejó sin fuerzas y le impidió continuar con los trabajos de limpieza y de niñera que solía realizar, agravando la falta de ingresos para su hogar.
Con una familia a cargo, incluyendo un hijo con retraso madurativo (Luis) y problemas cardíacos, María Esther pidió ayuda para solventar los gastos médicos y del día a día. Además, menciona que lleva años esperando la pensión de su hijo, un trámite aún sin resolver. «Pido un trabajo, ya sea para mí o para mi marido, para salir adelante con mis hijos», expresó.
A pesar de las dificultades, la mujer destacó el apoyo de su familia y el ejemplo de su hijo de 11 años, quien, con una actitud que ella describe como “la de un adulto”, impulsó iniciativas para ayudar en casa. «Estoy orgullosa de su pensamiento y de lo que hace por nosotros, eso me da fuerza para seguir adelante», agregó con emoción.
Quienes deseen contactarse con la familia de Junior, pueden hacerlo a través del siguiente número: +54 9 3855 75-7060 (Gabi). /Diario Panorama