
Horacio Rodríguez Larreta está decidido ir a fondo hoy mismo contra Patricia Bullrich: en estas horas está intentando reunir a los miembros del Consejo Nacional del PRO para forzarla a incorporar a Jose Luis Espert a la alianza opositora. Sería así la puerta de entrada para luego poder incorporar al gobernador cordobés Juan Schiaretti.
En la reunión que se hizo ayer de Juntos por el Cambio, Federico Angelini, presidente del PRO y hombre de Patricia Bullrich se opuso a la incorporación de Espert salvo que aceptase a ser candidato a gobernador. También se opuso a la incorporación de Margarita Stolbizer y del gobernador de Córdoba Juan Schiaretti.
Tal y como anticipó TN, Larreta apuesta a que el órgano superior del PRO, consejo nacional del partido donde el larretismo tiene mayoría, ponga fin a la negativa de Patricia Bullrich de ampliar la alianza.
Algo parecido ya ocurrió cuando patricia bullrich quiso intervenir en las internas de Salta y de Tierra del Fuego.
Si bien el mecanismo del Consejo parece un paso formal, es la estrategia política para torcerle el brazo a Bullrich y mostrar que dentro del PRO ella tienen el apoyo minoritario del Consejo.
Larreta sabe que no puede dar marcha atrás. Porque dar marcha atrás con su propuesta de ampliar el espacio significaría diluir su candidatura. Solo puede ir para adelante. El camino más sencillo es plantear el caso de Espert. Más adelante se tratará el caso de Schiaretti.
Larreta podría llegar a recurrir al Consejo Nacional del PRO para que revierta la decisión de la exministra de Seguridad, tal como sucedió cuando ella intervino en la interna del espacio en Salta y en Tierra del Fuego.
Hacia finales de marzo, en la provincia del norte que retuvo el massista, Gustavo Sáenz, el sector del PRO que comanda el jefe de Gobierno porteño no solo impugnó la decisión de Bullrich en alianza con el senador y líder de Evolución Radical, Martín Lousteau para cerrar un frente con la UCR y el Frente Popular, a través de su armador político Eduardo Macchiavelli decidió llamar a una reunión del Consejo Nacional y por amplia mayoría desautorizó la jugada de la propia presidenta del partido (en uso de licencia).
En el caso de Tierra del Fuego, al no haber PASO y una fuerte interna en la previa al proceso electoral que terminaría dándole la reelección al peronista Gustavo Melella, Bullrich intervino el partido en la provincia -que ya estaba intervenido- y envió a Federico Angelini -que hoy preside el PRO nacional en su reemplazo- a firmar la inclusión del PRO dentro de Juntos por el Cambio con la UCR, e MID y la Coalición Cívica. Pero quien era entonces interventor en la provincia, Mariano Gallego, impugnó la maniobra. Finalmente, la Justicia electoral terminó invalidando la jugada y se terminaron presentando dos listas por separado.
Más allá de los antecedentes provinciales, queda como incógnita si el larretismo tendrá el tiempo suficiente para plasmar y ordenar toda la jugada, aunque también se cuestionan con preocupación si el creciente nivel del internismo podría provocar más cansancio en un electorado fatigado de los políticos y expulsar votos hacia Javier Milei. En este último contexto basa Larreta su estrategia de buscar consensos más amplios para superar la crisis.