
Lyudmila Navalnaya, la madre del fallecido líder de la oposición rusa Alexei Navalny, exigió este martes que el presidente Vladimir Putin entregara el cuerpo de su hijo para poder enterrarlo.
Pero el mandatario parecía atender otros menesteres porque mientras la viuda Yulia Navalnaya instaba a Occidente a no reconocer las elecciones rusas de marzo, Putin era noticia porque acababa de regalarle una limusina al líder de Corea del Norte, Kim Jong Un.
En un vídeo filmado frente a la prisión mientras pequeños copos de nieve se arremolinaban en el aire, su madre, vestida de negro, se quejó de que ni siquiera sabía dónde estaba el cadáver de su hij y exigió a Putin que diera la orden de liberarlo.
«Por quinto día no puedo verlo, no me entregan su cuerpo y ni siquiera me dicen dónde está», protestó Navalnaya en el mensaje transmitido en el canal de YouTube Navalny LIVE.
La mujer añadió: «Hago un llamamiento a usted, Vladimir Putin. Resolver este problema depende sólo de usted. Déjeme finalmente ver a mi hijo. Exijo que el cuerpo de Alexei sea liberado inmediatamente para poder enterrarlo humanamente», expresó. También envió una carta oficial a Putin con la misma exigencia.