
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, aseguró este domingo que su nuevo plan militar para ocupar por completo Gaza “es la mejor forma de terminar la guerra” contra Hamas.
En una conferencia de prensa en Jerusalén, afirmó que Israel ya controla entre el 70% y el 75% del territorio, pero que aún quedan “dos bastiones”: Ciudad de Gaza y los campos del centro de la Franja.
“El objetivo no es ocupar Gaza, sino desmilitarizarla”, sostuvo. Según Netanyahu, la estrategia incluye cinco pasos: desarmar a Hamas, liberar a todos los rehenes, desmilitarizar el territorio, ejercer un control de seguridad israelí preponderante y establecer una administración civil pacífica no israelí.

Desde Hamas, el asesor de medios Taher al-Nunu lo acusó de “mentir y distorsionar la verdad” y advirtió que Israel busca imponer un dominio permanente sobre el enclave.
En paralelo, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas convocó en Nueva York a una sesión de emergencia para analizar el plan israelí. Allí, el secretario general adjunto de la ONU, Miroslav Jenca, alertó que su aplicación “probablemente desencadenará otra calamidad” con impacto regional.
“Si estos planes se implementan, habrá más desplazamientos forzados, asesinatos y destrucción”, advirtió. Antonio Guterres, secretario general de la ONU, calificó la iniciativa como una “peligrosa escalada”.
El embajador de Eslovenia ante la ONU, Samuel Zbogar, en nombre de los miembros europeos del Consejo, afirmó que la decisión “no ayudará al regreso de los rehenes” y “agravará la ya catastrófica situación humanitaria”.
Netanyahu reafirma su plan de ocupación: la crisis humanitaria en cifras
La guerra, que lleva más de 22 meses, dejó al menos 57.012 palestinos muertos, más de la mitad mujeres y niños, y 134.592 heridos, según el Ministerio de Salud de Gaza. Muchos de los heridos sufren amputaciones y lesiones permanentes.
En las últimas jornadas, las fuerzas israelíes mataron a 105 palestinos que buscaban alimentos en zonas cercanas a convoyes humanitarios, según la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos en los Territorios Palestinos Ocupados. Desde el 27 de mayo, se contabilizan al menos 1.373 palestinos muertos en incidentes similares.

Netanyahu enfrenta una doble presión: dentro de Israel, por el destino de los 49 rehenes que siguen en manos de Hamas; y en el plano internacional, por los llamados a frenar la ofensiva militar. La ONU advirtió sobre el riesgo de una “hambruna generalizada” que amenaza a más de dos millones de palestinos en la Franja.
Pese a ello, el mandatario insiste en que una ocupación militar total, seguida de una administración civil no israelí, es la vía “más rápida” para poner fin al conflicto.