
El horror en Texas no se detiene. La cifra de muertos por la brutal inundación que azotó al estado sureño de EE.UU. ya llegó a 52 víctimas, y todavía hay al menos 27 personas desaparecidas, la mayoría niñas que participaban en un campamento cristiano de verano.
El sheriff del condado de Kerr, Larry Leitha, confirmó este sábado en conferencia de prensa que entre los fallecidos hay 15 menores. Además, se reportaron muertos en otros condados como Burnet, Kendall, Tom Green y Travis.
La tragedia comenzó el viernes por la madrugada, cuando el río Guadalupe creció 8 metros en apenas 45 minutos, según informó el vicegobernador de Texas, Dan Patrick.
“El agua se llevó propiedades y tristemente vidas”, dijo.
Una de las zonas más golpeadas fue el Camp Mystic, un campamento cristiano donde decenas de niñas disfrutaban el fin de semana largo por el feriado del 4 de julio. Hasta el momento, más de 20 de ellas siguen sin aparecer.
“Haremos todo lo posible por encontrarlas”, aseguró Patrick a sus familias.
Evacuaciones, caos y emergencia
Las lluvias arrasaron casas móviles, cabañas y vehículos. Las líneas telefónicas están cortadas y varios condados declararon el estado de emergencia. Las tareas de evacuación ya rescataron a unas 900 personas.
En medio del operativo, más de 1000 rescatistas trabajan con helicópteros, botes y drones. Pero la búsqueda es compleja: el río desbordado, las rutas destruidas y la falta de información dificultan cada paso.
“Estamos buscando en todos los lugares posibles”, dijo Dalton Rice, administrador de Kerrville.
¿Se pudo haber evitado?
Las críticas por la falta de prevención no tardaron en llegar. El juez del condado, Rob Kelly, respondió:
“No sabíamos que esta inundación venía. Tengan la seguridad, nadie lo sabía”.
Reconoció además que “no tenemos un sistema de alerta” en Kerr. El Servicio Meteorológico había pronosticado solo 20 cm de lluvia, lejos de lo que ocurrió.
Desde el gobierno federal, la Secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, se hizo presente en la zona y confirmó que el presidente Donald Trump respaldará la declaración de emergencia.
“Es una tragedia estremecedora”, dijo Trump, y adelantó que enviarán ayuda adicional.