
La Organización Mundial de la Salud define la sexualidad como “un aspecto central del ser humano a lo largo de la vida que abarca el sexo, las identidades y roles de género, la orientación sexual, el erotismo, el placer, la intimidad y la reproducción”.
La actividad sexual puede desempeñar un papel en la mejora de la calidad de vida al afectar positivamente la salud emocional, mental y física.
Según un estudio de la Universidad Estatal de Missouri, el sexo se consideraría “bueno” cuando se observan estos tres factores:
1-Orgasmo.
2-Conexión emocional.
3-Química.
En la parte superior de la lista, el orgasmo habría sido considerado por la mayoría de los participantes como primordial. El segundo factor, que es la conexión emocional, “requeriría” según los participantes un vínculo emocional, que no está necesariamente relacionado con el amor. Entre los participantes, 16 de ellos habrían indicado que una buena relación sexual requiere necesariamente una conexión emocional y química.
Sin embargo, el estudio también indicó que la noción de “buen” sexo dependía de los sentimientos y expectativas de cada uno. Alicia M. Walker, autora principal del estudio, dijo: “La idea de lo que hace que el sexo sea genial puede ser diferente de la de la pareja. El sexo que es bueno para ti puede ser pobre o incluso malo para tu pareja”.
Pero entonces, ¿cómo asegurar una intimidad exitosa? Según los expertos, no hay ningún secreto: todo dependería de la comunicación: “Cuanto más abiertamente hablemos de nuestras necesidades y expectativas sexuales, más probable es que nuestras experiencias cumplan con nuestras expectativas”, apunta Alicia M. Walker.
Otra clave en el sexo: autoconocimiento
“Para disfrutar en pareja, primero tengo que conocerme bien a mí mismo, saber cómo funciona mi erótica, mi cuerpo, qué me excita, etc.”, afirma José Luis Casado Santamaría, sexólogo y terapeuta de Valladolid, España.
“Si cada miembro de la pareja posee este autoconocimiento erótico -continua- el encuentro entre ambos será mucho más fructífero y placentero. Aquí es también vital la comunicación, la confianza y la intimidad entre ambos”.
