El Gobierno eleva la tensión con el PRO por el proyecto que limita los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU), que será tratado este martes en la Cámara de Diputados, y pone en duda la alianza electoral para 2025. El Ejecutivo no tiene asegurado el apoyo del bloque aliado para frenar la medida opositora.
La Casa Rosada mantiene la postura de que “no va a haber ningún frente electoral conjunto con el PRO si no hay apoyo incondicional” y busca negociar con los diputados por fuera de la mesa política que integran Santiago Caputo y Mauricio Macri.
La mesa chica de Balcarce 50 quiere dilatar el tratamiento del proyecto en el Congreso, de forma que no llegue a la Cámara Alta antes del 30 de noviembre, y asegura que lo vetará en caso de que la oposición logre la sanción completa. “Cualquier voto a favor de ese proyecto por parte de un aliado sería una declaración de guerra porque busca trabar la gestión”, expresó a TN un alto funcionario.
La oposición pretende modificar la Ley 26.122, que fue sancionada en 2006 durante la gestión de Cristina Kirchner y establece el régimen legal de los DNU junto a las regulaciones del Congreso. Impulsan cambios al artículo 24, que fija la votación en ambas cámaras para poder rechazar un decreto.
Los bloques opositores tienen diferentes proyectos, pero coinciden en reformar el rol de la ratificación legislativa sobre los DNU del Presidente. Una de las propuestas impulsa el establecimiento de la ratificación del Congreso para validarlos, de forma que un silencio legislativo signifique un rechazo.
La Casa Rosada sostiene que tiene en carpeta una reforma sobre las limitaciones de los decretos de Necesidad y Urgencia para presentar luego de las elecciones de 2025. Acusan a Encuentro Federal, a la Coalición Cívica y a la UCR no aliada de “impulsarlo ahora para entorpecer la gestión y generar daño político”.
Desde el Gobierno buscan concretar una reunión con el jefe de bloque del PRO en la Cámara Baja, Cristian Ritondo, el presidente de la bancada del MID, Oscar Zago, y los radicales aliados previo a la sesión del martes. El jefe de gabinete, Guillermo Francos, y su vice de Interior, Lisandro Catalán, llevan las negociaciones.
Reconocen que hubo una “descoordinación” con el PRO por el anuncio de la propuesta de recortar fondos destinados a los partidos políticos y a las elecciones PASO para aumentar las partidas universitarias en el Presupuesto 2025.
El Ejecutivo tampoco incluyó al partido de Mauricio Macri en la mesa judicial para analizar el envío de los 150 pliegos de jueces para cubrir las vacancias de los juzgados subrogados. Esto escaló la tensión entre ambas fuerzas, que habían acordado mayor coordinación ejecutiva tras el apoyo del PRO al veto a la Ley de Financiamiento Universitario.
Hubo fricciones también por la falta de respuesta del Gobierno a los pedidos de los gobernadores del PRO sobre la reactivación de la obra pública y los detalles del Presupuesto 2025. Entra en la negociación también el pago de la deuda de las cajas previsionales.
Ahora la Casa Rosada pone en duda la alianza electoral con el PRO y los sectores más duros de Balcarce 50 hablan de buscar la integración de cuadros del partido para que compitan dentro de La Libertad Avanza. Apuntan a profundizar el vínculo con dirigentes como Diego Santilli y Cristian Ritondo para desplazar a Macri de la conversación.
“Milei habla de una fusión con el PRO en términos ideológicos, que no quiere decir que vaya a concretarse un frente electoral conjunto. La idea es que sus dirigentes se sumen al oficialismo por fuera de cualquier acuerdo institucional”, expresó a TN un ministro cercano al Presidente.