El incendio en un internado en Kenia deja 18 estudiantes muertos y otros 27 heridos, 14 de los cuales siguen hospitalizados. Además, se desconoce el paradero de otros 70 niños.
El fuego se declaró en torno a la medianoche del jueves al viernes, cuando la mayoría de los chicos dormían y arrasó el internado masculino de la Academia Hillside Endarasha de Kieni, en el condado de Nyeri. Las víctimas tenían entre 10 y 14 años, indicaron las autoridades.
La escuela primaria, que recibe a unos 800 alumnos, se sitúa en una zona semirural a unos 170 km al norte de Nairobi, la capital del país africano. El armazón del dormitorio fue arrasado por las llamas, y su techo de chapa ondulada se derrumbó por completo. El edificio fue precintado con cinta amarilla por la policía, que acordonó todos los accesos.
El pabellón que se incendió tenía capacidad para 156 camas, aunque no se ha revelado el número de alumnos presentes en el momento de la tragedia. Según el vicepresidente Rigathi Gachagua, aún hay 70 niños desaparecidos, sin que eso signifique que estén muertos o heridos. Varios de ellos podrían haber huido a casas cercanas.
Una escena “horrible” y cuerpos “irreconocibles”
El vicepresidente describió la escena como “horrible”, y afirmó que sería necesaria una minuciosa investigación de ADN para ayudar a identificar a las víctimas, ya que varios cuerpos quedaron totalmente calcinados e “irreconocibles”, según dijo el viernes la portavoz de la policía, Resila Onyango.
El presidente de Kenia, William Ruto, declaró tres días de luto durante los cuales las banderas ondearán a media asta en honor a los niños fallecidos. “Nuestros corazones están rotos por la devastadora noticia de la trágica muerte” de los chicos, dijo en un comunicado.
El mandatario keniano expresó sus “más profundas condolencias” a los familiares de las víctimas y su solidaridad a “aquellos jóvenes que sobrevivieron a las llamas, pero que ahora tendrán cicatrices físicas y psicológicas de por vida”.
“Prometo que las preguntas difíciles que se plantearon, como por ejemplo cómo se produjo esta tragedia y por qué la respuesta no fue rápida, se responderán de forma completa, franca y sin miedo ni favoritismos”, añadió en un comunicado.
“Todas las personas y organizaciones implicadas tendrán que rendir cuentas y haremos todo lo necesario para garantizar que, en la medida de lo posible, no tengamos que volver a enfrentarnos a una tragedia así”, prosiguió.
Decenas de familiares se juntaron cerca de la escuela a la espera de noticias de los chicos desaparecidos, mientras las autoridades comenzaron a retirar el sábado los cadáveres de los estudiantes. “Por favor encuentren a mi hijo. No es posible que esté muerto. ¡Quiero a mi hijo!”, gritó una mujer alejándose del lugar, según reportó la agencia de noticias AFP.
“Estamos en pánico”, dijo el viernes Timothy Kinuthia, desesperado por encontrar a su hijo de 13 años. “Estamos aquí desde las 05:00 de la mañana y no nos han informado de nada”, lamentó.
El papa Francisco expresó este sábado en un comunicado su “cercanía espiritual” con las familias de los niños.